
El 3 de abril de 2025 se publicaba por parte del Observatorio Permanente de la Inmigración, órgano dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el número de personas extranjeras que contaban, a fecha de 31 de diciembre del último año, con permiso de residencia y trabajo conseguido a través de la vía del arraigo en España, situándose en un total de 313.075 personas, lo que supone un 31% más que la cifra que arrojaba el 31 de diciembre de 2023, cuando la cantidad de personas extranjeras con permiso de residencia y trabajo obtenido por esta vía se situaba en 238.988 personas.
Si bien poniendo en relación estas cifras con las de entradas irregulares a territorio español durante el 2024, sumado al de personas que, entrando a territorio español de forma legal (con visado de turista, por ejemplo), han quedado en situación administrativa irregular de forma sobrevenida, está por ver si se ha reducido el número de población en situación irregular (el cual haciéndonos eco del estudio publicado a tal efecto por el Centro de Estudios Funcas en su meticuloso análisis de datos de mayo de 2024 se situaba a finales de 2023 en casi 700.000 personas), es necesario recalcar que este dato muestra que con las últimas reformas efectuadas en el Reglamento de Extranjería y las modificaciones en los procedimientos y requisitos para acceder a la regularización, se ha podido aumentar de forma significativa el número de personas en situación regular en nuestro país.
Los datos presentados por el Observatorio Permanente de la Inmigración suponen un dato muy positivo para las dos partes fundamentales que componen el fenómeno migratorio. Para el colectivo migrante, porque supone la muestra definitiva de que las modificaciones que se han venido efectuando en la legislación favorecen la regularización de los nuevos habitantes del territorio español. Obtener por parte de las personas migrantes sus autorizaciones de residencia y trabajo supone el paso crucial para su integración efectiva en su sociedad de acogida y permite su inclusión plena en los circuitos sociales, laborales y económicos de esta, haciendo desaparecer de esta forma la situación de desasosiego y desamparo en la que se encuentran al quedar excluidos de la misma debido a su situación administrativa.
Pero sin duda este dato es todavía más positivo para la sociedad de acogida, porque cada persona regularizada supone un aumento de trabajadores, de número de cotizaciones y por tanto de obligados tributarios para sostener una economía que, dado su crecimiento y avance, los necesita cada vez más.
España se ha situado durante los últimos años, y particularmente durante el año 2024, a la cabeza de Europa en cuanto a crecimiento económico, arrojando una cifra en el último año de 3,2% de crecimiento del PIB. Esto conlleva una todavía mayor necesidad de mano de obra para España, necesidad que ya venía acarreando durante los últimos años en varios sectores económicos, fundamentalmente en sectores como comercio, logística, hostelería o la construcción (la cual según la Confederación Nacional de la Construcción necesitaba ya en febrero de 2024 unos 500.000 trabajadores).
Este avance de la economía y esta necesidad de trabajadores, y no otros, son los motivos del saldo positivo de migraciones que España viene teniendo a lo largo de los últimos años, y así lo muestran los análisis y las correlaciones entre los ciclos económicos y empresariales y los saldos de migración neta que tienen los diferentes países. Por ejemplo, en España podemos observar cómo durante los años de la crisis económica que se atravesó desde el 2008 hasta aproximadamente el 2014, el saldo migratorio fue negativo, con su punto álgido durante el año 2013 en el cual se situó en -251.531 personas, siendo así mayor la cantidad de personas emigrando al extranjero que las entradas a nuestro territorio.
Esto nos demuestra dos cosas, en primer lugar, que unos ciclos económicos positivos y una alta demanda de mano de obra conducirá a saldos migratorios positivos, siendo los motivos económicos los que determinarán principalmente los movimientos migratorios, y por otro lado y deducida de aquella, que tener este saldo migratorio positivo es una muy buena señal de que estamos ante una economía próspera y vigorosa.
Ya en lo relativo a lo que supone el dato publicado por el Observatorio Permanente para la sociedad de acogida, es necesario referirnos en primer lugar a que la posibilidad de acceso a empleos formales una vez obtenida la autorización de residencia y trabajo sitúa al migrante en la posición de contribuyente al lado del resto de habitantes, y, por tanto, aumenta la base impositiva del Estado Español. Pero, además, atendiendo a los diferentes estudios que se han venido haciendo acerca del impacto fiscal de la migración, se observa que las primeras generaciones de migrantes suponen un impacto fiscal positivo para la sociedad de acogida, y ello dado el perfil de las personas que migran internacionalmente, siendo por lo general jóvenes, sanos, en edad de trabajar y sin hijos. Al contrario de los mantras que se vociferan desde determinados sectores de la sociedad, los datos nos muestran que el uso de los servicios públicos que se hace por parte de las personas recién regularizadas es mucho menor, en términos económicos, de los aportes que realizan a los sistemas tributarios y de seguridad social (OECD/ILO (2018), Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de los países en desarrollo, OECD Publishing, Paris).
De esta forma, la consecución de permisos de residencia y trabajo por parte de las personas que se encontraban en situación administrativa irregular debe ser definitivamente una buena noticia para todas las personas que compartimos el espacio vital en nuestro territorio, siendo los últimos datos publicados por el Observatorio Permanente de la Inmigración una señal de que vamos en una buena dirección, si bien siguen haciendo falta decisiones audaces y políticas públicas imaginativas que nos permitan seguir en este camino, pero también potenciar el uso de los conocimientos que este colectivo puede aportar y fomentar así, más aún, la contribución que la inmigración puede realizar en nuestro país.
Acceso al informe OPI:
https://www.inclusion.gob.es/web/opi/estadisticas/productos_servicios/infografias/arraigo
Excelente reflexión sobre la fenomenología actualizada de la inmigracion en España. Pone luz en el derrotero sobre un curso de acción imprescindible: la inserción de las corrientes migratorias como actuación imprescindible para optimizar el derrotero socioeconomico del Reino de España